CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO

Tengo un doble estigma, si tengo discapacidad, pero también soy mujer

POR MARI MAR MOLPECERES

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COMENTARIO PREVIO DE OSVALDO BUSCAYA

{«Esta señora no está en condiciones de viajar sola». Palabras del interventor en el ALVIA Burgos-Valladolid, a las 12:08h. Eso después de que la persona de ACERCA, el servicio de ayuda de RENFE, me haya dejado tirada dentro del tren, sin acomodarme. Pediré al Partido Feministas al Congreso que presente una reclamación formal.}

Pues, en el Siglo XXI, se ha reducido el valor de la vida y en deformar deliberadamente la imagen del mundo real; Medidas que tienen por condición previa, la intimidación de la inteligencia; Imponiendo por la fuerza de la regresión cultural/educativa, la fijación a su infantilismo infantil psíquico (Freud), en una participación de delirio colectivo planetario total.

Un penoso conflicto que la mujer padecería sería; ¿Cómo admitir que el patriarcado es el padre, el hermano, el compañero, el dirigente, el ecuménico, etc., y que en esta regla no habría excepción?

Señalo en mi Ciencia de lo femenino (Femeninologia) cuanto tenemos que aprender, sobre la estructura de la relación de la mujer con la verdad como causa, en la imposición del transexual ecuménico genocida perverso patriarcado incluso en las primeras decisiones de la simiesca horda primitiva.

Experimentamos así la impresión de que la civilización es algo impuesto a una mayoría contraria a ella por una minoría que supo apoderarse de los medios de poder y coerción.” (Freud)

Vivir, es una burlesca simiesca parodia siniestra idiota.

El mundo es idiota, me aburre en todos sus niveles; Sin excepción; ¡¡¡Siendo un error olvidarlo!!!

Buenos Aires

Argentina

5 de mayo de 2024

Osvaldo V. Buscaya (1939/2024)

OBya

Psicoanalítico (Freud)

*Femeninologia

*Ciencia de lo femenino

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Buenas tardes a todas:

Antes de empezar, quiero denunciar públicamente un incidente que me ha ocurrido en el viaje desde Burgos.

«Esta señora no está en condiciones de viajar sola». Palabras del interventor en el ALVIA Burgos-Valladolid, a las 12:08h. Eso después de que la persona de ACERCA, el servicio de ayuda de RENFE, me haya dejado tirada dentro del tren, sin acomodarme. Pediré al Partido Feministas al Congreso que presente una reclamación formal.

Es intocable ese trato y esa falta de accesibilidad al viajar en un tren.

El 60% del colectivo de personas con discapacidad somos mujeres. De ese 60%, solo el 25% tiene trabajo por cuenta ajena, en condiciones extremas de precariedad y con la brecha salarial más amplia (Un 14% frente a los hombres con discapacidad y la friolera de un 33% frente a los hombres sin discapacidad). Si la discapacidad aparece como consecuencia de una enfermedad, las mujeres tardamos el doble de tiempo en ser diagnosticadas. Tenemos menos reconocimientos oficiales de grado de discapacidad, menos ayudas y prestaciones sociales. Requerimos trabajar mucho más que los varones para sufragar el coste económico de los tratamientos, contamos con menos incapacidades permanentes y menos jubilaciones.

Algunas mujeres con patologías crónicas podrían ser receptoras de cuidados, pero dedican gran parte de su tiempo y energías en el cuidado de otras personas con discapacidad y en situación de dependencia. A todo lo anterior hay que añadir que los trabajos que se ofrecen a las mujeres con discapacidad están relacionados con los cuidados, enfermería, labores del hogar, del sector servicios, etc. Lo que implica que cuentan con salarios muy exiguos.

Si nos acercamos al trabajo por cuenta propia, el retrato robot del emprendedor con discapacidad es un hombre de mediana edad, aproximadamente 43 años, que emprende por contar con graves dificultades para encontrar trabajo por cuenta ajena además de tener discapacidad física.  A las mujeres con discapacidad nos cuesta más dar el paso del emprendimiento, arriesgar y endeudarnos, razón por la cual acabamos en la economía sumergida fabricando bisutería, haciendo cojines, manteles, etc. para incrementar unas pensiones no contributivas que no dan para llevar una vida económicamente independiente.

Por su parte, los Centros Especiales de Empleo nacen con la LISMI en 1982. Su función en un principio era un paso intermedio al empleo normalizado, pero se han convertido en empresas que no velan por el bienestar de los empleados y que contratan a personas que pueden trabajar en el trabajo normalizado, mientras que dejan en la calle a las personas a las que iba dirigida la medida. La consigna es emplear a trabajadores y trabajadoras a las que apenas se les note la discapacidad.

Pese a todos inconvenientes que nos vienen dados por haber nacido mujeres, por tener una discapacidad, enfermedad crónica o feminizada, nuestra situación es invisible dentro del colectivo.  Parece como si tuviéramos una situación similar entre hombres y mujeres y que lo único que provoca desigualdad y causa dificultades a la hora de buscar empleo o integrarnos en la sociedad fuera el hecho de tener una discapacidad. Parece como si el haber nacido mujeres no fuera importante. Cuando era más joven y vivía protegida por mi familia, pensaba de la misma manera. 16 años

Por mi discapacidad he sido siempre marginada por ella y creía que era esa solamente la discriminación a la que me enfrentaba, como piensan la mayoría de mujeres con discapacidad . Pero me he dado cuenta de que tengo un doble estigma, si tengo discapacidad, pero también soy mujer. Para darme cuenta de esto, tuve que salir de la sobreprotección familiar.

Espero no haberos aburrido mucho y con suerte os haya parecido interesante Estoy a vuestra disposición. Muchas gracias, juntas lo conseguiremos, juntas haremos historia.